La hostelería madrileña podría exigir un test covid a sus clientes para celebrar las comidas de Navidad

Isabel Díaz Ayuso, pedirá a las empresas que realicen test de coronavirus a sus empleados y descarta, de momento, el pasaporte Covid.

La hostelería madrileña podría exigir un test covid a sus clientes para celebrar las comidas de Navidad
Hostelero pone un cartel para cumplir con las medidas Covid-19
Javier Martín

Se avecina la Navidad, las comidas y cenas de empresa…y con ellos el test y el pasaporte Covid, que vuelven al centro del escenario sanitario y también social, político. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, solicitará las empresas que realicen test de coronavirus a sus trabajadores para evitar que alguien infectado, sin saberlo, acuda a la clásica reunión para dar la bienvenida navideña.

Se trata de evitar que estas celebraciones, que ya se están comenzado a organizar, supongan una centrifugadora de casos del virus en la fase final de la pandemia y se logre evitar la denominada sexta ola. "El objetivo es evitar que alguien que esté contagiando esté en reuniones con más gente y les exponga", justificó Ayuso en ‘Espejo Público’, programa televisivo en el que deslizó la idea, también, de llevar a cabo cribados masivos. 

Aunque las cifras que ofrece el Ministerio de Sanidad se han disparado, sobre todo en Navarra (373,56 casos por 100.000 habitantes), País Vasco (286,38) o Aragón, España es de los países de la eurozona que menor incidencia presenta. Este lunes se notificaron 15.875 nuevos casos. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 132,19 y en las pasadas dos semanas se ha registrado un total de 62.724 positivos. Aunque casi el 80% de la población tenga la pauta de vacunación completa, se teme a la Navidad. 

Madrid, sin pasaporte Covid para Navidad

Como ha avanzado Ayuso, de momento, aunque sí ha abierto la puerta a los test, Madrid no solicitará de momento el pasaporte Covid para poder entrar a los establecimientos, a diferencia de otras autonomías, como País Vasco, Galicia o Cataluña, que lo han solicitado a la Justicia. La vasca lo ha rechazado, recalcando que no se ideó para ser un criterio de acceso a establecimientos, si no, como explica la ministra de Sanidad, Carolina Darias, asegurar una “movilidad segura” entre países europeos.

"Es una medida que hay que estudiar bien", afirmaba, sobre la polémica sobre si constituye una injerencia en cuanto a la protección de datos y una discriminación para aquellos que no estén vacunados. "No se trata de que el camarero se convierta en una autoridad sanitaria, si no comprobar que la gente esté vacunada".

El pasaporte Covid, fuente de eterna polémica

"No es legal que un personal que no es profesional sanitario gestione esos datos personales. Para que los dueños de negocios puedan verificar legalmente si alguien está vacunado o no, tienen que ser expertos, cosa que la inmensa mayoría no son", aseguró José Ramón Padrón, experto en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), sobre los camareros, tenderos o taxistas que se verían en obligación de solicitarlo. Algo sobre lo que Darias ha afirmado que no existe potestad legal. 

La diana de la polémica no solo reside en que solicitar el pasaporte Covid, que portan los que han superado la enfermedad, los inmunizados y los que acrediten una PCR negativa, puede atentar contra el derecho a la protección de datos. "La salud es una información de nivel máximo de protección", afirmó la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

Para la AEPD demostrar si estás vacunado o no son datos “altamente vulnerables”. "Las distintas informaciones tienen un rango de protección dentro del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Y lo referente a temas médicos y salud se encuentra en un nivel máximo".  De hecho, José Ramón Padrón, experto en materia de protección de datos de SiteGround va más allá: "La AEPD es consciente que, ciñéndose al RGPD, se trata de un dato que no se le puede pedir a nadie" y que se debe contar con una base legal con “eficacia, necesidad y proporcionalidad”.

También, ya que la vacunación no es obligatoria, "generará una discriminación hacia aquellos que, o bien hayan elegido no vacunarse, o bien no puedan hacerlo por prescripción médica". Algo, sobre todo, que hace torcer el gesto a los dueños de los establecimientos: “limita la entrada de clientes a sus negocios en plena crisis económica".

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