El impuesto a la banca, contradictorio: el Gobierno pierde 330 millones de euros de CaixaBank

El FROB, que es público, posee un 16,1% del capital social del banco, el que se verá más golpeado por un nuevo tipo fiscal de dos años de duración y que busca que determinados sectores no se enriquezcan a costa de la inflación.

El Gobierno pierde millones de euros por su impuesto a CaixaBank y otros bancos
Caída CaixaBank en bolsa
Javier Martín

El denominado impuestazo del Gobierno a la banca tendrá consecuencias para el propio Ejecutivo. El nuevo tributo, que tendrá una vigencia de dos años, tiene como principal cometido imponer un gravamen extra a los beneficios del sector financiero después del anuncio del endurecimiento de la política monetaria y las consecuentes subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) con tal de contener la inflación, que ya alcanza el 10,2%, según el IPC de junio.
 
También afectará a las compañías energéticas. Como explicó el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se permitirá que la escalada de precios, ya mantenida en el tiempo, sirva para enriquecer a determinados sectores. Pero la medida, como se ha mencionado, le salpicará de lleno, con daño colaterales en contra de sus intereses. “Las grandes entidades financieras ya han empezado a beneficiarse de la subida de los tipos de interés", apuntaba el líder del PSOE, que anunció que se pretende recaudar 1.500 millones de euros anuales.
 
El FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria que sirve para gestionar los procesos de resolución de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión y es 100% público, posee un 16,1% del capital social de CaixaBank. Y la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri será la más damnificada por este nuevo impuesto, tal y como prevén los expertos. En general, se calcula que los grandes bancos verán desplomarse la cotización bursátil de sus acciones cerca de un 10%.    

CaixaBank cae un 8,63% en bolsa

A los tres días del anuncio, las acciones bursátiles de la entidad financiera catalana han caído un 8,63%. Sus acciones, así, se han rebajado a los 2,70 euros. Y su capitalización del mercado, 2.057 millones de euros. Una de las peores cifras en los últimos años. Desde el 12 de julio, la posición del FROB en la compañía española se ha devaluado más de 270 millones de euros, concretamente, 330. Es decir, el dinero que ya ha perdido el Estado tras el anuncio de Sánchez. Les sigue el Banco Sabadell (-7,44%), Bankinter (-5,08%), BBVA (-3,77%) y Banco Santander (-3,65%).
 
También Unicaja Banco, que cotiza en el mercado continuo, se hundió un 7,67%. De esta manera, Bankinter, Caixabank y Sabadell han sido las firmas más perjudicadas del Ibex 35. El índice también ha experimentado un revés bursátil dejándose más del 1,5% y los 8.000 puntos. Al terminar la jornada, la bolsa española ha cerrado con pérdidas del 0,62% y en los 8.014,8 enteros, moderando el descenso registrado horas antes. 

El nuevo impuesto a la banca tendrá dos tramos de aplicación

La iniciativa contempla dos escenarios de puesta en marcha. En el primero, la carga fiscal sería proporcional a las cuotas de mercado en España de los bancos, con Caixabank como la más perjudicada por este aspecto. En este, las potenciales cargas anuales serían de casi 400 millones de euros para CaixaBank (seis céntimos por acción); de 300 millones de euros para Santander (dos céntimos por acción); y de 230 millones de euros para BBVA (cuatro céntimos por acción).
 
En el segundo, la carga fiscal sería del 10% del beneficio en el mercado doméstico antes de impuestos, tal y como adelanta Credit Suisse. De esta manera, las cargas anuales se reducirían: 300 millones de euros para CaixaBank, con un peaje de 4 céntimos por acción; 200 millones para Santander (un céntimo por acción); y de 200 millones para BBVA (de cuatro céntimos). En total, se estima que los tres grandes españoles, Santander, BBVA y CaixaBank, afronten pérdidas de 930 millones de euros.

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