Tres cosas que debemos preguntar antes de aceptar una oferta de empleo

Optar a una oferta de empleo no implica que toda la responsabilidad de acabar lográndolo recaiga en el que lo busca. El proceso de selección también puede decir mucho sobre la empresa y las condiciones de la vacante.

mujer en una entrevista de trabajo
Javier Martín

Encontrar trabajo es un trabajo. Redactar correctamente el Currículum Vitae, completar los procesos de inscripción en los distintos portales de empleo, filtrar y aplicar a las distintas vacantes en las que se cree que se puede encajar y, si finalmente pasamos las distintas cribas de los departamentos de Recursos Humanos, enfrentar la entrevista. Un proceso clave en el proceso, no solo para el aspirante, si no también para la empresa.

En una entrevista de trabajo no solo es un ‘examen’ de aptitudes y actitudes laborales y personales y experiencia para el entrevistado, si no también para el entrevistante, Así lo revela John V. Petrocelli, profesor de psicología, en una teoría que contiene su último libro: The Life-Changing Science of Detecting Bullshit, algo así como ‘La cambiante ciencia de detectar tonterías’ y que tiene un hueco para este apartado al que todo el mundo acaba por enfrentarse.

Petrocelli explica que esa etapa final del proceso de selección para una vacante de empleo no se trataría de uno unidireccional, si no bidireccional. Habría feedback por ambas partes y es la que exterioriza -ya sea o no intencionadamente- y anima a identificar y examinar. Es decir, no solo habrá que focalizarse en ‘venderse bien’ si no en evaluar cómo lo hacen ellos sus condiciones o atmósfera de trabajo para certificar también que ese trabajo nos conviene. Si no las preguntamos directamente, ¿en qué debemos fijarnos? 

¿Cómo se ve a la empresa desde dentro?

Si la empresa es poco descriptiva o reacia a entrar en detalles sobre los que uno gustaría profundizar en la entrevista de trabajo puede significar dos supuestos: o que pretenden ‘tapar’o ‘enmascarar’ algo, o que no lo saben por instancias superiores. Por ello, siempre hay que preguntar para satisfacer todas nuestras dudas.

En caso de quedarnos sin respuesta, la opción que recomienda Petrocelli es la de preguntar tanto a empleados actuales como vigentes de la empresa en cuestión. La visión global exterior de la misma no tiene por qué coincidir de la que nos haga tratar de llegar el entrevistador, que actúa en representación, con la de los propios trabajadores que pueden creer que los salarios o las condiciones de empleo no son las que se ofrecen en un primer momento. Portales como Infojobs o Glassdoor tiene apartados habilitados para ello en sus portales web.

¿Por qué está libre ese trabajo?

Dar rienda suelta a la curiosidad. El demandante de empleo también tiene todo el derecho a preguntar, incluso el motivo que ha liberado ese puesto de trabajo y originado ese proceso de selección de empleo. ¿Hubo despido, quieren reducir costes y readaptar ese puesto, renunció al anterior trabajador? Si los departamentos de recursos humanos son esquivos con este tipo de cuestiones, que dará buena cuenta de la transparencia y sinceridad de las empresas, debemos activar nuestro sistema de alerta.

¿Qué pueden detallar del puesto de trabajo?

"Ten cuidado si el entrevistador repite de manera continuada lo que ya viste en la oferta y no te aporta más información", advierte el psicólogo italiano. Como ya se ha alertado, es posible que en ese caso se quieran omitir aspectos laborales que pudieran haber afectado al anterior trabajador por cualquier motivo. Por todo ello, y a pesar de que las dudas que se pudieran quedar sin responder de cualquier índole por parte del departamento de selección, debemos insistir que puedan ser respondidas por instancias superiores. Todo ello para evitar cualquier oscurantismo y posteriores consecuencias.

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