Esta es la forma de ahorrar gasolina mientras conduces

Trucos para que la subida de la gasolina se note menos en el bolsillo. Técnicas de conducción con las que ahorrarás gasolina y, por ende, dinero.

Así podrás ahorrar en gasolina: técnicas de conducción para no malgastar combustible
Técnicas de conducción para ahorrar gasolina
Esperanza Murcia

Todos hemos notado la subida de la gasolina. El pasado jueves batió su récord histórico por segunda semana consecutiva, una “proeza” que el diésel alcanzará en pocos días de seguir este ritmo. Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, la gasolina se ha estado vendiendo esta semana en España a una media de 1,558 euros el litro, mientras que el gasóleo se ha hecho por 1,444 euros.

¿Qué podemos hacer al respecto? Si no tenemos más remedio que utilizar nuestro coche, bien tendremos que aplicar las técnicas de conducción eficiente. En caso de que nunca las hayas escuchado, muchas de ellas están difundidas por la propia Dirección General de Tráfico (DGT). Nos permitirán gastar menos, cosa que el bolsillo agradecerá, y reducir de paso las emisiones contaminantes. Y lo mejor es que son aptas para todos los modelos, ya sean gasolina, diésel o híbridos. 

Trucos para ahorrar combustible al conducir

Si no quieres dejarte una fortuna en combustible, no te quedará otra que cambiar las manías que tenemos al volante. Con estos sencillos trucos, a utilizar todos los días o siempre que cojamos el coche, podremos ahorrar una cantidad importante en gasolina: entre 0,1 y 0,4 litros cada 100 kilómetros. 

Utilizar bien los pedales del coche 

Puede resultar básico, pues es lo primero que enseñan el primer día de autoescuela, pero qué sepamos conducir no significa que sepamos hacerlo de forma eficiente. Entre las normas básicas que hay que seguir está la de no abusar del embrague, usándolo solo cuando sea necesario y, en estos casos, pisándolo a fondo y soltándolo de forma progresiva; usar el freno con antelación, no bruscamente; utilizar de forma inteligente el acelerador, por ejemplo en el paso por curva. 

Comprobar la presión de los neumáticos

Otro aspecto importante, que tendemos a olvidar, es comprobar la presión de los neumáticos. Dependiendo del fabricante, se establece una presión u otra, aunque algunos expertos recomiendan aumentar ligeramente la recomendación una o dos décimas. Es así porque se consigue una menor resistencia a la rodadura. A la hora de revisar los neumáticos, es importante que lo hagamos cuando las ruedas estén frías. En caso contrario, conviene aumentar algunas décimas más.

Apagar el motor

Puede que no te resulte lo más cómodo, pero apagar el motor cuando tengas que hacer una parada larga te hará ahorrar gasolina. Si tienes que estar parado un par de minutos sin moverte, con el coche arrancado, estarás gastando gasolina inútilmente. Es más conveniente apagar el motor. 

Mantener una velocidad uniforme 

No siempre es posible, sobre todo cuando se conduce por ciudad, pero hay que intentar mantener una velocidad uniforme. Esto incluye no abusar del freno, desacelerando al soltar el pie del acelerador y no recurriendo directamente al pedal del freno, es decir, dejando que actúe el freno motor. Si hubiera que recurrir al freno, lo recomendado es hacerlo de forma suave y reduciendo la marcha lo más tarde posible. 

No romper la aerodinámica 

A ser posible, no conviene romper la aerodinámica del vehículo. Si se interrumpe el flujo de aire, el coche necesitará más energía para moverse. Por ello, cuando se conduzca a alta velocidad conviene no circular con las ventanillas abiertas. Tampoco es productivo cargar el coche, ya sea el maletero o la baca del techo, pues aumentará el consumo. De hecho, lo más recomendable para los vehículos que tengan baca es desmontarla, en caso de que se pueda evitar usarla. 

Usar marchas largas 

Otro cambio que tenemos que llevar a cabo está en las marchas. Hay que intentar circular el mayor tiempo posible con marchas largas y a bajas revoluciones. En ciudad, cuando se pueda, intentar emplear la cuarta o quinta, aunque siempre respetando los límites de velocidad. Tampoco conviene estirar las resoluciones: no pasar de 2.500 rmp en los motores de gasolina y de 2.000 rpm en los diésel. 

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