Día Internacional Contra el Cáncer Infantil 2022: la importancia de su investigación

En el Día Internacional Contra el Cáncer Infantil se debe reivindicar la investigación propia y específica para este tipo de tumores, distintos al de los adultos.

La importancia de su investigación: reivindicando el Día Internacional Contra el Cáncer Infantil
El cáncer infantil necesita una investigación propia
Esperanza Murcia

"Lograr la curación del cáncer infantil es posible". Es el lema del Día Internacional Contra el Cáncer Infantil que ha promulgado la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 2022. Un día para sembrar conciencia. Para mostrar apoyo a todos los niños y adolescentes con cáncer, a los sobrevivientes y a las familias que les están acompañando a luchar contra la enfermedad. Para que no caiga en el olvido: el cáncer es la principal causa de mortalidad en niños y adolescentes en todo el mundo. 

Son 400.000 los niños y adolescentes que sufren cáncer en todo el mundo, comprendidos entre 0 y 19 años. La necesidad de que todos ellos tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuado es inminente. Más cuando hablamos de una enfermedad que, aunque sea igual para todos, no todos son iguales frente a ella. ¿Qué quiere decir? Que las desigualdades sociales y económicas ni siquiera escapan a los niños.

Es la dura realidad que hace más que necesaria la reivindicación este 15 de enero de la lucha contra el cáncer infantil. Solo hace falta echar un vistazo a la supervivencia: más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero solo en los países desarrollados. En los países con ingresos medianos o bajos la tasa de curación baja drásticamente hasta el 20%. 

La OMS deja claro cuál es el impacto del cáncer infantil: años de vida perdidos y mayores desigualdades y dificultades económicas. La sentencia también es clara: “Esto puede y debe cambiar”. Es por ello que, en esfuerzos para fortalecer la respuesta del sistema de salud, se está llevando a cabo la iniciativa ‘Cure All: Iniciativa Mundial sobre el Cáncer Infantil’. 

¿Cuál es su objetivo? Alcanzar, al menos, una tasa de supervivencia del 60% para los niños con cáncer en 2030, equivalente a duplicar la tasa global actual. De conseguirlo se traduciría en un millón de vidas salvadas. Las medidas para cumplir la iniciativa también son dobles: aumentar la priorización del cáncer infantil mediante la sensibilización a nivel mundial y ampliar la capacidad de los países para ofrecer mejores prácticas en la atención del cáncer infantil.

En concreto, la Organización Mundial de la Salud junto al Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) colaboran con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otras organizaciones de las Naciones Unidas para conseguir las siguientes acciones:

  • Lograr un mayor compromiso político con la lucha contra el cáncer infantil.
  • Respaldar a los gobiernos en la creación de centros oncológicos y sucursales regionales de gran calidad para garantizar diagnósticos precoces y precisos así como tratamientos eficaces.
  • Elaborar normas y herramientas que ayuden a planificar y poner en práctica intervenciones de diagnóstico precoz, tratamiento, cuidados paliativos y atención de los supervivientes.
  • Mejorar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales.
  • Ayudar a los gobiernos a que las familias de niños con cáncer no sufran dificultades económicas ni aislamiento social como consecuencia de la atención oncológica.

Trabajando la esperanza: nuevos tratamientos contra el cáncer infantil 

La supervivencia de los niños y adolescentes con cáncer 5 años después de ser diagnosticados roza el 80%, según el registro nacional de tumores infantiles. Así la supervivencia ha aumentado más del 43% en los últimos 40 años. Pese a todo, los esfuerzos no son suficientes. Una de las mayores dificultades que encuentra la investigación contra el cáncer infantil es que los resultados del cáncer en adultos no son extrapolables. Son enfermedades opuestas, siendo totalmente diferente el cáncer del desarrollo, es decir, el que se da en niños y adolescentes.

Por esta razón, casi la totalidad de la financiación para la investigación contra el cáncer va dirigida realmente solo al adulto, que no sirve para el cáncer pediátrico. De ahí se extrae una necesidad de urgencia: desarrollar investigaciones específicas para el cáncer infantil con los que se pueda aumentar la posibilidad de curación con tratamientos más efectivos y menos tóxicos. 

Este último punto es importante, como apuntan el doctor Jaume Mora (director científico del PCCB, Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona) y la doctora Ana Patiño (catedrática de Genética e investigadora del Laboratorio de Terapias Avanzadas para Tumores Sólidos del Departamento de Pediatría de la Universidad Clínica de Navarra) en una ponencia para CaixaBank: algunos tratamientos resultan muy agresivos para los niños, pues presentan alta toxicidad, son poco específicos y dejan muchas secuelas. 

¿Cuánto se ha avanzado en estos tratamientos específicos? Primero hay que nombrar la actualización de los tratamientos clásicos de los cánceres, como son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia que no son los mismos que hace unos años, introduciendo avances como es la radioterapia con protones, con menor toxicidad. A esto se le suma terapias avanzadas, como la de biomarcadores o marcadores específicos que permiten descubrir los tumores o las estrategias de inmunoterapia que se basan en que el sistema inmune reconozca al tumor "como una cosa que le es extraña" para eliminarlo. 

Al respecto, Mora también destaca el éxito que supone ese 80% de tasa de supervivencia, renombrando las terapias convencionales. El desafío llega con el 20% restante: los tumores de los niños incurables con los tratamientos convencionales, los metastásicos, los recaídos, los subtipos de tumores… Y hace hincapié, incluso, en un tipo de tumor que, aún a día de hoy, nadie nunca ha curado: el tumor dipg, que es propio del niño y no existe en el adulto. 

¿Qué significa? Que, ahora mismo, hay niños que cuando se le diagnostican tienen cero posibilidades de supervivencia. Así lo continúa explicando Mora, manifestando que “aún nos queda lo más difícil”. Ahí es por lo que abogan por una investigación específica, la necesitan, una investigación que se dedique a ellos, pensada para ese tipo de tumores, y no las investigaciones heredadas de los adultos. Ahí está uno de los motivos para el Día Internacional Contra el Cáncer Infantil: fomentar una investigación propia

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