La OCU ‘condena’ a CaixaBank por obligar a sus clientes a hacer esto

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia que la entidad CaixaBank solo de una opción para gestionar el dinero y las cuentas de sus usuarios.

Mujer revisando la aplicación de Caixabank en su móvil
La OCU ‘condena’ una de las prácticas de CaixaBank
Javier Martín

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha encarado con CaixaBank. El motivo es la obligación que impone la entidad bancaria a sus clientes y que, para la organización, es una práctica discriminatoria. Actualmente, este banco obliga a sus clientes a descargarse la aplicación para poder entrar en su cuenta corriente y gestionar sus finanzas. Una acción que, peligrosamente, está ocurriendo en otras entidades por la imparable instauración de la banca digital, acelerada tras la pandemia del Covid-19.

Desde el pasado 1 de enero de 2021, la Unión Europea (UE) obliga a los bancos a utilizar los llamados mecanismos de autenticación reforzada, tanto para operaciones de pago como de gestión. Sin embargo, CaixaBank es la que más se ha plegado a este fenómeno. Tanto que si no dispones de un smartphone o móvil de última generación con conexión a internet, sus usuarios no pueden realizar determinados trámites. Y no hay alternativa.

CaixaBank Sign, la única manera de operar en banca electrónica

Es el único camino a tomar por los usuarios de la entidad bancaria en caso de querer operar digitalmente. Mucho antes de la fusión, los usuarios de la extinta La Caixa podían hacerlo usando la tarjeta de coordenadas para completar el método de autenticación, pero se vieron obligados a cambiarla por la app. Al igual que ocurre con los clientes migrados de Bankia, que ya no pueden usar la firma digital.

Las únicas alternativas para verificar para quien pretende cumplimentar un pago o realizar un trámite a través de la banca digital eran esas. Algo convertido en un problema por la operativa europea del método de autenticación, que debe combinar dos o más elementos, y uno de ellos ser independiente, no reutilizable y que no pueda ser robado por internet.

Así, deben ser dos, mínimo, entre una contraseña, el teléfono móvil o la huella digital, por ejemplo. Pero, ¿y quien no pueda pagar un smartphone o conexión a internet para descargar la aplicación y confirmar una compra, como obliga CaixaBank? ¿o si una persona mayor experimenta dificultades con las nuevas tecnologías?

OCU: “CaixaBank puede aumentar el riesgo de exclusión financiera”

“Valoramos positivamente todas los pasos que se están dando para mejorar la seguridad de las operaciones de pago, pero nos preocupa que estos nuevos sistemas de autenticación reforzada y las exigencias que entrañan puedan aumentar el riesgo de exclusión financiera de ciertos grupos de población”, comienza alertando la plataforma.
 
“Principalmente personas mayores, sin habilidades tecnológicas o quienes no puedan permitirse económicamente usar un móvil o un ordenador para acceder a los servicios bancarios”, concluye. “Con todo, las entidades tienen libertad para decidir qué mecanismos van a aplicar en cada caso”, aclara la OCU, por lo que CaixaBank está en su derecho. Por lo que recomienda a los usuarios que estén experimentando dificultades a causa de este hecho que se pongan en contacto con la entidad y, en caso de no ofrecer soluciones, aconseja valorar el cambio de compañía.

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