Se retrasa la edad de jubilación y varía el cálculo de la pensión. Los cambios que plantea el Gobierno

Berta F. Quintanilla

El Pacto de Toledo sigue debatiendo sobre pensiones, y especialmente sobre la pensión de jubilación. En este sentido, habrá un retraso en la edad de jubilación según lo que establece la Seguridad Social para el cobro de pensiones.

En el año 2020, la edad de jubilación es de 65 años y 10 meses siguiendo con la reforma que aplicó Zapatero. Este retraso en la edad de jubilación es para las personas que hayan cotizado en la Seguridad Social menos de 37 años, y es progresivo.

Esto supone el retraso de la edad efectiva de jubilación para conseguir que vaya a la par de la edad legal. Para el año 2027, la edad legal de jubilación será de 67 años.

Hay que recordar que los funcionarios de las clases pasivas podrán cobrar la jubilación a los 60 años. Las medidas en que trabaja el Pacto de Toledo buscan también penalizar la jubilación anticipada mediante un endurecimiento de los requisitos para pedir la prejubilación.

¿La edad de jubilación es la misma para todos los pensionistas? La respuesta es no. Puedes verlas todas en la web www.seg-social.es donde además podrás encontrar cómo acceder a la Sede Electrónica de la Seguridad Social.

Así las cosas, si quieres cobrar una jubilación parcial que suma trabajo y prestación económica. El mínimo es de 61 años y 10 meses con 35 años o más de cotización a la Seguridad Social o de 62 años y 8 meses con 33 años cotizados.

Subida de las pensiones en 2020

Si hace unos días dábamos a conocer la pensión máxima 2020 y la mínima, ahora sabemos que el Gobierno prepara una subida de las pensiones en 2020 también. Esta es una demanda de aquellos que están cobrando la jubilación pero que consideran insuficiente la nómina a cobrar.

El Plan de Reconstrucción Económica que presentó Pedro Sánchez el pasado miércoles y el que prometía 800.000 puestos de trabajo, anunciaba también reformas en las pensiones, mejoras en las prestaciones públicas que cobran los jubilados en España.

La idea es que la Seguridad Social pierda en gastos no contributivos para hacer frente a esta reforma de las pensiones y mejora en el pago a los jubilados de su prestación.

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