​​El radar Medusa de la DGT llega a España: dónde está y cómo multan

El primer nuevo dispositivo para captar las ilegalidades de los conductores y sus vehículos ya se encuentra operativo. Así funciona el aparato que se bautiza como “temido” en Francia y que se extenderá muy pronto por toda España.

​​El radar Medusa de la DGT llega a España: dónde está y cómo multan
Radar medusa
Javier Martín

El radar Medusa se prepara para extender sus tentáculos en España. En Francia, cuya organización nacional de Tráfico ya ha repartido este tipo de dispositivo a lo ancho y largo de catorce de sus principales ciudades, ya ha recibido el calificativo mayoritario de “temido”. No obstante, la DGT todavía no ha anunciado fecha de implantación en España. ¿Por qué? ¿Qué es el radar Medusa? No se trata de un cinemómetro, es decir, un detector de velocidad, al uso, sino que tiene como objetivo hacerlo con el sonido. En otras palabras, se trata de un sonómetro. Un radar sonoro

Una medida que llegará para defender la salud ciudadana. Según el estudio que sacó a colación para justificar la medida el gobierno francés, una sola moto con el tubo de escape modificado que destroce los umbrales de sonido recomendados para un adecuado descanso y convivencia pacífica puede acabar despertando a más de 10.000 personas.

“Especialmente por la noche, el estrés producido por el nivel de ruido puede causar graves patologías generando problemas de sordera, enfermedades cardiovasculares, trastornos de ansiedad, diabetes y obesidad”, explica el teniente alcalde de París a cargo de la transición ecológica, Dan Lert. De hecho, a partir de 2024 será necesaria superar una prueba de ruido para obtener una ITV favorable.

Radar medusa: ¿Cómo funciona y cuánto es la multa?

Como también ocurre con los dispositivos que castigan el exceso de velocidad, los conductores más ruidosos, o los que poseen gusto por hacer ostentación sonora de la potencia de su vehículo, ya sea coches o motos, se sitúan en altura. Normalmente, adheridos a semáforos o estructuras como carteles o farolas con tal de captar adecuadamente la deriva física de las ondas acústicas emitidas por motores y tubos de escape.

Por ello, son fácilmente confundibles con otros elementos como sistemas de iluminación o, incluso, altavoces. Su estructura, a rasgos generales, es similar a la de una medusa. Se compone de una estructura esférica centra de la que nacen cinco brazos articulados con un micrófono en su parte final.

Son capaces de captar sonidos hasta diez veces por segundo y, de esta manera, ‘cazar’ al infractor en caso de superar el umbral del nivel de ruido establecido por ley. Así, si se superan los 90 decibelios, serán sancionados con una multa de 135 euros. Aunque en España se rumorea que las multas podrían alcanzar los 600 euros. Para ello posee también una cámara 360º que identificará al vehículo y su pertinente matrícula como elemento principal de identificación.

En Francia, las arcas estatales de su Ministerio de Hacienda particular se frotan las manos ante una nueva fuente de recaudación para las mermadas arcas del estado, todavía afectadas por la crisis del coronavirus y la inflación actual. El sistema, que se está desplegando en el país vecino en su etapa de prueba, está resultando altamente eficiente, por lo que el gobierno francés prevé que a principios de 2023 esté desplegada toda su nueva armada por el resto de su geografía nacional.

Radar medusa: ¿Cuándo llega a España?

La fecha concreta, según fuentes consultadas de la Dirección General de Tráfico (DGT), aún no se ha especificado. Aunque en la C-31 de Barcelona ya se encuentra instalado a modo de prueba un sonómetro, la decisión es total por su apuesta. Al menos, a nivel nacional. Aunque todo apunta a que la gestión recaerá en los ayuntamientos y gobiernos autonómicos, que estudiarán los datos de las carreteras francesas para la futura instalación en España.

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