La gasolina alcanza su precio máximo: llenar el depósito hoy será 16 euros más caro que hace un año

Roza los 1,36 euros por litro de media en lo que va de mes, un nivel nunca visto desde octubre de 2014, hace casi siete años

precio gasolina al alza junio
Trinidad Rodríguez

No son buenos tiempos para el ahorro doméstico de los hogares españoles, ya que el encarecimiento de los suministros básicos como el precio de la gasolina coincide en el tiempo que la del precio de la electricidad, superándose día tras día y alcanzando sus precios máximos en los últimos años. 

Esto se puede ver reflejado en que tan solo hace un año llenar el depósito de un vehículo estándar de 60 litros de capacidad tenía un coste medio de 66 euros. Sin embargo, doce meses más tarde, supone 81,60 euros a pagar por los consumidores, es decir, casi 16 euros más por cada repostaje completo. 

Por lo tanto, el precio de la gasolina de 95 octanos bate récords, ya que se ha visto incrementado un 23% en el último año, como ha informado el ‘Boletín del Petróleo’ de la Comisión Europea.

Unas cifras astronómicas que no se veían desde octubre de 2014, es decir, hace casi siete años, pese a que entonces el coste del petróleo era un 37% más caro que en la actualidad. Pero, ¿a qué se debe esta subida? Veámoslo a continuación. 

¿Por qué sube el precio de la gasolina ahora?

Esta subida significativa de los carburantes se debe principalmente al incremento de la carga de impuestos, es decir, del total del precio de la gasolina, el coste del crudo supone un 30,1%, mientras que los impuestos son el 53,2% y el margen bruto de distribución pesa el 16,7%. 

En otras palabras, más de la mitad del precio de la gasolina son impuestos. Es decir, si el litro de gasolina de 95 asciende a 1,36 euros por litro, el precio de este combustible antes de impuestos es de sólo 65 céntimos, el resto va destinado a pagar las cargas fiscales. 

Y es que los consumidores tienen la obligación de pagar tres impuestos: Impuesto sobre Hidrocarburos, de titularidad estatal, al que se le suma el IVA, situado en el 21% y el tercero, el Impuesto sobre Ventas Minoristas del Estado, que supone 2,4 céntimos de euros por cada litro de combustible. 

A todo ello, hay que sumarle la fuerte demanda de petróleo a nivel mundial, especialmente por el mercado chino que tras la pandemia ha empezado a retomar su actividad al nivel más alto.

Por si esto fuera poco, también hay que tener en cuenta que también ha influido el aumento de la movilidad tras la crisis sanitaria, debido a que se prevé un aumento de los desplazamientos masivos a segundas residencias y lugares de vacaciones sin precedentes, en comparación con el año pasado.

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