Podemos presiona a Hacienda para imponer un tipo mínimo del Impuesto sobre Sociedades para grandes empresas

Aunque la medida no entraría en vigor hasta los Presupuestos Generales de 2023, el PSOE la llevará a votación al Congreso para apaciguar a sus socios.

Javier Martín

El Ministerio de Hacienda abre la mano a establecer con proximidad un tipo mínimo del Impuesto sobre Sociedades del 15%, aunque con la particularidad de hacerlo solo con las grandes empresas. La petición, que ya ha trasladado Unidas Podemos a su socio de Gobierno, el PSOE, tiene como objetivo la justicia en la reconstrucción económica tras la pandemia de coronavirus.

Una negociación dentro de la propia negociación de los Presupuestos Generales del Estado de este año, con la urgencia de cerrarlos con la mayor celeridad posible, y para la que es condición indispensable respetar ese acuerdo entre ambos partidos de no acometer incrementos fiscales agresivos hasta que la recuperación no sea un hecho a todas luces tangible. 

Hacienda, por tanto, se ve en la tesitura de variar ligeramente el rumbo de su hoja de ruta, que marcaba el 2023 como el gran año del cambio fiscal, a la que también empuja la lenta recuperación económica. Ahora, para amansar a Podemos, medita una versión más ‘light’ del tipo mínimo del Impuesto sobre Sociedades, pero para implantarla ya. Esta ya está en manos de Hacienda, que con brevedad la va a someter a votación en el Congreso. 

La moda Joe Biden en el Impuesto sobre Sociedades  

Imponer un tipo mínimo obligatorio en el Impuesto sobre Sociedades para las grandes empresas no es una idea nueva. Ya lo propuso el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, concretado en ese porcentaje del 15% y del 21% para las grandes empresas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que ahora se traslada a la mesa de debate española como acuerdo principal para cerrar los presupuestos de este año.

Ya se incluyó en los de 2019, pero fue rechazada por el Parlamento. Según los estudios del Observatorio Fiscal Europeo, esta medida aportaría 12.000 millones de euros extras a las arcas españolas pero reduciría, por ejemplo, las inversiones en I+D y otras prioridades políticas económicas a las que alientan esas reducciones fiscales.

Un punto intermedio de encuentro

Así, para contentar la condición impuesta por Ione Belarra se espera encontrar el punto medio entre la propuesta en gestación de 2019 y el lento proceso de recuperación empresarial. La que creó el ministerio de Cristóbal Montoro preveía que las grandes empresas, con 20 millones de euros o más de facturación en su base imponible y un gravamen del 25%, no pudieron rebajar el tipo al 15% a través de deducciones.

Aplicando ahora mismo esos criterios, solo afectaría a 12.000 compañías españolas, un 0,7% del total, pero que aportarían el 60% de la colecta. El núcleo duro de las empresas nacionales. 

La idea que se barrunta, por tanto, es acotar aún más ese círculo para no asfixiar a las que aún están en proceso de recuperación. La negociación apunta a dónde se aplicaría ese 15%: si al importe contable o a la base imponible, ya que esta última opción afectaría a menor número de empresas y, por tanto, conllevaría menor recaudación.

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