Las drásticas consecuencias de la inflación llegan a todos los ámbitos de la vida, incluso a los libros, lapiceros y resto del material escolar que usarán los más pequeños en su tan esperada vuelta al cole. Sin embargo, no lo será tanto para los padres. Ese 10,8% en el que cerró el IPC el mes de julio y el 9,8% que han crecido de media los precios incrementan la pendiente de la cuesta de septiembre.
La electricidad, con una subida del 49,4% respecto al pasado año; el gasóleo, con 35% y la gasolina con 23,9%, también son componentes que afectan en el presupuesto de la vuelta al cole, a la hora de estudiar y de trasladar a los niños al colegio. De hecho, las familias valoran el desplazamiento, la compra de libros y el material escolar, en ese orden, como los principales aspectos de mayor preocupación económica, tal y como revela un estudio llevado a cabo por la plataforma de investigación de mercados, Appinio.
Para hacer frente a ello, el Gobierno ha propuesto la gratuidad de los títulos multiviaje de los servicios de Cercanías, Rodalíes y Media Distancia. Aunque no son las únicas medidas a las que ya les dan vuelta los hogares para rebajar una inversión inicial que se espera que sea de 600 euros de media por niño. Por otro lado, la enseñanza secundaria ha subido un 2,3 % respecto a 2021; la primaria, un 2,1 %; la superior, un 0,8 %; y la infantil, la que menos, apenas un 0,3%.
Los productos que han subido más de la vuelta al cole
Los utensilios de papel han subido más de un 23%, mientras que otros materiales de papelería suben un 5% más. Los libros de texto, por su parte, un 1,7%, mientras que los de ficción, a veces solicitados para trabajos de clase, un 1,8%.
Entre las alternativas para luchar contra ello se encuentra la reutilización del material escolar, utilizar promociones y descuentos especiales, pedir ayudas regionales o adquirir material de segunda mano. Pedir material prestado también es otra de las opciones.
Pero también han subido otros aspectos relacionados, como el comedor. Una opción que si antes no era económica, ahora menos. Y la opción de llevarse la comida de casa también amenaza al bolsillo. El ascenso en la cesta de la compra es uno los más notables para la ciudadanía. La pasta (un 31,6%), la mantequilla (un 26,1%), la leche, (un 22,6%), los huevos (un 22,5%) o los cereales (un 20,4%) se han encarecido.
Pedir un préstamo, ¿recomendable?
A todos estos gastos se añaden la posibilidad de invertir en ropa o zapatillas, clases particulares extra o actividades complementarias. Por ello, muchas familias se plantean pedir un préstamo ante las dificultades. Sin embargo ¿se debe hacer esto con los tipos de interés aumentando?
“Tenemos que gastar en material escolar para nuestros menores, y si no tenemos dinero, hay que pedir préstamos. Pero animar a la gente a pedir préstamos en esta situación es muy complicado”, explica el economista Luis Garvía en ‘Todo es mentira’.
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