Pedro Sánchez ‘chantajea’ al PP para llegar a un acuerdo en Castilla y León

El presidente del Ejecutivo ha exigido a la formación azul que rompa con VOX en Madrid, Murcia y Andalucía si quieren que los socialistas se abstengan para permitir que Fernández Mañueco gobierne en solitario.

Sánchez quiere que el PP rompa con VOX
Javier Martín

El PSOE tiende la mano al partido al Partido Popular en Castilla y León. Aunque con condiciones. Ha sido Pedro Sánchez el que ha ofrecido a Alfonso Fernández Mañueco la posibilidad de gobernar en solitario una vez se ha coronado ganador en los comicios autonómicos del pasado domingo. El PSOE tiene la llave para ello y se la ha ofrecido a la formación azul, pero para ello le ha instado a romper vínculos con VOX. 

Ni a populares ni a socialistas les resulta una opción preferencial la entrada del partido de Santiago Abascal en el Gobierno autonómico. A los socialistas, por su “peligrosidad”, como definía el alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente. Y a Mañueco, porque desea gobernar en solitario: “Un Gobierno en solitario garantiza un gobierno fuerte, con una sola voz y un camino trazado. No quiero un gobierno de coalición débil y fracturado como el de Sánchez”, afirmaba en una declaración de intenciones. 

Pero para ello necesita la abstención del PSOE, que ha exigido al PP que corte relaciones con VOX no solo en territorio castellanoleonés, si no también en Madrid, Murcia y Andalucía. Así se lo ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta.

Sánchez, un punto de inflexión que puede acabar en brecha

“Si quiere pedir la abstención del PSOE, explique el porqué quiere la abstención del PSOE, explique el porqué Vox es un peligro para la democracia y que hay que poner un cordón sanitario, pero haga una cosa previa, con todos aquellos Gobiernos que están pactando con la ultraderecha, díganle que rompan sus acuerdos”, espetaba Sánchez, una vez que Maroto le pidiera que escuchara a los que reclaman que los socialistas ‘se aparten’. 

“¿Quién ha salido ganando con estas elecciones? ¿Las mujeres a las que ya ha señalado Vox? ¿El colectivo LGTBI? Quien ha salido ganando es Vox y quien ha salido perdiendo es Castilla y León”, ha añadido el líder del PSOE. Un ‘clic’ respecto a la negativa rotunda del Ejecutivo federal del PSOE, Felipe Sicilia, y que se acerca al ideario de los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y de Aragón, Javier Lambán, así como por los alcaldes de Valladolid y León. 

Pero un punto de inflexión que amenaza con abrir grietas en el corazón del PSOE. Por un lado, los dirigentes regionales apuestan por despejar en la medida de lo posible y lógico el camino al PP con tal de borrar la posibilidad de la formación de un gobierno en el que tome partido la derecha radical. De otro, la directiva nacional, que aboga por un no inmovilista. Al menos por el momento. “Lo peor para Castilla y León es VOX” afirmaba José Antonio Díez, alcalde socialista de León, evidenciando que facilitar el deseo del PP se ve como el menor de los males.

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