Un juzgado de Valencia estima la demanda de 42 profesores asociados y les permite cobrar lo mismo que los docentes funcionarios, cobrando también por las horas no lectivas que dedican para preparar clases y asistir a reuniones.
El contrato de las empleadas del hogar, tanto externas como internas, debe contener toda esta información para evitar problemas y garantizar que se cumplen los derechos.
Llamar gilipollas una sola vez al jefe no es motivo suficiente para que la empresa pueda aplicar un despido disciplinario. No reúne el grado de gravedad suficiente.
El Banco de España advierte de los riesgos de aumentar las indemnizaciones por despido improcedente y plantean una reforma distinta a la de Yolanda Díaz.